Ejemplos como los que han sufrido Bernard
Tomic, Jelena Dokic, Aravane Rezai o Mirjana Lucic demuestran al extremo lo
perjudicial que pueden llegar a ser los padres incluso cuando sus hijos
alcanzan exitosos niveles de profesionales.
He aquí algunos consejos (si os interesa el tema podéis seguir
leyendo aqui) sobre cómo comportarse ante un hijo tenista que está haciendo sus
primeras armas. Lo principal es no traspasar frustraciones propias del
deporte a su hijo. Si usted nunca fue muy bueno y llegó a competir, no es culpa
de su hijo. Aún peor, evite imaginarse a los 10 años que su hijo será tenista
profesional; le traspasará una presión innecesaria. Nunca obligar a la
práctica del tenis, siempre se debe mantener el amor por el deporte por razones
propias, por el gusto de hacerlo.
1. Enfocarse en el rendimiento y la realización del deporte por sobre
el resultado. Preguntar ‘¿Cómo te sentiste?’ o ‘¿Cómo crees que jugaste?’, como
prioridad, por sobre el ‘¿Cómo te fue?’ crea una conciencia diferente.
2. Tratar de demostrar que el deporte es sólo una parte de la vida, no hacerlo
una prioridad en el desarrollo como persona. Así, por ejemplo, se debe apoyar
la práctica de otros deportes si fuera el caso.
3. Nunca quitar la independencia en tomas de
decisiones. Hacer señas durante los partidos, o intentar dar aportes
técnicos-tácticos no sólo pueden ser perjudiciales en el juego mismo sino en
una posible falta de confianza para desempeñarse por sí mismos. Mas sobre la independencia aqui.
4. Enfocarse en dar muestras constantes de apoyo tanto en las victorias
y derrotas, nunca dejar el margen a pensar que disminuyó el cariño o el amor
por un resultado. El reforzamiento positivo debe ser prioridad por sobre los
aspectos negativos.
5. No crea que se las sabe todas. Si lo tiene en un club o con algún
entrenador, confíe en gente que ha estudiado y tiene verdadera
experiencia para enseñar a su hijo, tanto en formas de entrenamiento como
estilo de juego.
6. Usted también debe disfrutar. Si su hijo lo
pasa muy bien dentro de una cancha de tenis eso debe ser suficiente como meta
cumplida. Jamás mostrar demostraciones de enojo o fastidio, e incluso tampoco
exagerar las felicitaciones; una simple sonrisa o palmada en la espalda de
orgullo puede hacer una gran diferencia. Guiarlos, descubrir y aprender con
él.
Ivan Lendl, múltiple campeón de tenis, confiesa algunas cosas muy interesantes respecto este tema:
“Creo que mis padres se portaron muy bien conmigo cuando me inicié en la vida tenística. Me presentaron este juego como una opción, como una actividad que a ellos les encantaba y que quizás me gustaría a mí también. Cuando empecé a jugar un poco en serio me animaron a que hiciera lo que pudiese...al principio la mayor parte del apoyo lo colocaba de ellos. Sin embargo, poco a poco fui depositándolo en preparadores y amigos. Mis padres acertaron en dejarme soltar amarras.... Por ejemplo, cuando derroté a mi madre por primera vez, no volvimos a jugar en forma competitiva nunca. En cambio pasé practicando muchas horas mis golpes con ella”.
Ivan Lendl, múltiple campeón de tenis, confiesa algunas cosas muy interesantes respecto este tema:
“Creo que mis padres se portaron muy bien conmigo cuando me inicié en la vida tenística. Me presentaron este juego como una opción, como una actividad que a ellos les encantaba y que quizás me gustaría a mí también. Cuando empecé a jugar un poco en serio me animaron a que hiciera lo que pudiese...al principio la mayor parte del apoyo lo colocaba de ellos. Sin embargo, poco a poco fui depositándolo en preparadores y amigos. Mis padres acertaron en dejarme soltar amarras.... Por ejemplo, cuando derroté a mi madre por primera vez, no volvimos a jugar en forma competitiva nunca. En cambio pasé practicando muchas horas mis golpes con ella”.
Las hermanas Wiliams han pedido a su papa que no las acompañe durante sus partidos porque las reacciones de este las desconcertan |
La pregunta
clave para los padres
La propongo como test de evaluación: si esta pendiente y se escuche preguntar a su hijo después de un partido: ¿te divertiste? ENHORABUENA. Pero si escucha preguntar: ¿ganaste?, es el modelo de padre que no queremos ser, el que presiona, obliga, se dedica a ser entrenador de su hijo, lo reta cuando hace algo mal, vive los triunfos y las derrotas de su hijo como si fuesen propias y como si el orgullo familiar se pusiera en juego en un partido de tenis .
He aquí características comunes que he observado que se repiten ¿se reconoce a Ud.?
La propongo como test de evaluación: si esta pendiente y se escuche preguntar a su hijo después de un partido: ¿te divertiste? ENHORABUENA. Pero si escucha preguntar: ¿ganaste?, es el modelo de padre que no queremos ser, el que presiona, obliga, se dedica a ser entrenador de su hijo, lo reta cuando hace algo mal, vive los triunfos y las derrotas de su hijo como si fuesen propias y como si el orgullo familiar se pusiera en juego en un partido de tenis .
He aquí características comunes que he observado que se repiten ¿se reconoce a Ud.?
-Se hacen entendidos y especialistas en el deporte de su hijo
-Saben todo
-Van a todos los partidos y a muchos entrenamientos
-Andan averiguando toda información que sea útil
-Insultan al árbitro
-Son abonados de la “viveza criolla” y catalogan de “tonto” a su hijo cuando no hace uso de ella.
-Le compran la mejor ropa y lo llevan a que le hagan test, dietas, etc.
-Se sienten parte integrante de la “comunidad deportiva”.
-Están de mal humor cuando su hijo pierde.
-Piensan en cambiar de entrenador o club cuando esto pasa porque el técnico no sabe.
-Está exultante cuando gana y si gana medalla se la cuelga en el pecho.
-Habla con vos con lenguaje “técnico” y creen que todos saben y están interesados acerca de las hazañas de su pollo.
-Palmea la espalda de su hijo (que se pone colorado), cuando cuenta los triunfos de este frente a sus amigos.
-Le controla los horarios al hijo
-No se preocupa demasiado por el tema estudio, “ya va a estudiar”.
-Saben todo
-Van a todos los partidos y a muchos entrenamientos
-Andan averiguando toda información que sea útil
-Insultan al árbitro
-Son abonados de la “viveza criolla” y catalogan de “tonto” a su hijo cuando no hace uso de ella.
-Le compran la mejor ropa y lo llevan a que le hagan test, dietas, etc.
-Se sienten parte integrante de la “comunidad deportiva”.
-Están de mal humor cuando su hijo pierde.
-Piensan en cambiar de entrenador o club cuando esto pasa porque el técnico no sabe.
-Está exultante cuando gana y si gana medalla se la cuelga en el pecho.
-Habla con vos con lenguaje “técnico” y creen que todos saben y están interesados acerca de las hazañas de su pollo.
-Palmea la espalda de su hijo (que se pone colorado), cuando cuenta los triunfos de este frente a sus amigos.
-Le controla los horarios al hijo
-No se preocupa demasiado por el tema estudio, “ya va a estudiar”.
Hay muchos
ejemplos donde los grandes, los campeones han tenido este modelo de padre. Vaya
paradoja, aquello que criticamos es justamente lo que hay que hacer para sacar
un campeón, que a fuerza de soportar presiones desde chico se hace invencible y
resistente, pero hay un millón de frustrados en el camino, con sueños
rotos y traumas de por vida. Acaso ¿alguien podría criticarle al padre sin
proyectos, que transforma a su hijo en “ese proyecto”? El cementerio del
deporte está lleno de talentos. Talentos que no fueron; o mejor dicho
talentos que quedaron en el camino por diferentes motivos: falta de interés,
falta de oportunidades, problemas económicos, etc. y presión excesiva por parte
de los padres.
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